Skip to main content

El Programa Educativo “Lurzorua” inicia un nuevo curso.

Que una huerta puede ser un recurso didáctico fantástico es algo bien sabido: da pie a trabajar conceptos de biología, de geología, de matemáticas, de física, de nutrición, de etnografía… Siendo una de las principales funciones de ENEEK-Ekolurra la de difundir el conocimiento sobre la producción ecológica y promocionar el consumo de los alimentos que de ella se obtienen, cobra todo el sentido que un programa escolar que aúne la horticultura ecológica y la pedagogía sea impulsado desde el Consejo. Por razones obvias, la comunidad escolar destaca entre los colectivos susceptibles de ser informados y formados en la importancia que tienen tanto la producción como el consumo de alimentos ecológicos. No en vano, ellos y ellas serán las productoras y las consumidoras del futuro.

Bajo estas premisas se decidió en 2017 poner en marcha “Lurzorua”, un programa de formación y sensibilización propio para trabajar, con la horticultura ecológica como base, diversos temas integrados en el currículo del centro.

La tierra como base del aprendizaje

La tierra fértil, el “suelo”, es imprescindible para la vida, es fuente de materias primas, almacena nutrientes y agua, acumula carbono y es el entorno físico y cultural para que todos los seres vivos desarrollemos nuestras actividades vitales. Su importancia es aún mayor cuando nos damos cuenta de que se trata de un recurso no renovable, del que procede el 99% de nuestro alimento y que, además, estamos perdiendo a una velocidad alarmante.

Con los objetivos específicos de, por una parte, transmitir la importancia que tiene el cuidado de la tierra fértil, y por la otra aprovechar las posibilidades que da un huerto escolar a la hora de trabajar conceptos de diversas áreas, el programa educativo Lurzorua se diseñó en coordinación con el Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano y la aportación del Departamento de Microbiología y Edafología de Neiker-Tecnalia. El personal técnico del Instituto de Investigación Agraria adaptó sus Tarjetas de Salud de los Ecosistemas Agrarios (TSEA, material dirigido a las profesionales, que sirve para la autoevaluación de la salud de la tierra agraria y se pueden descargar en el enlace http://www.soilmicrobialecology.com/services/), que sirven como guion para el desarrollo de la actividad educativa.

La actividad propone utilizar el suelo como recurso didáctico, desde un punto de vista eminentemente práctico y desde diferentes perspectivas, mediante la realización de diversas actividades de aprendizaje en un entorno cercano al alumnado.

La jornada comienza con la acogida al grupo en el caserío Jauregibarria y la presentación del programa y de los objetivos de la jornada. Posteriormente, el grupo se traslada a la explotación agraria, donde se realiza la práctica activa de la toma de muestras y realización del diagnóstico. Allí, los y las alumnas conocen la práctica diaria de la agricultura ecológica de la mano de un agricultor profesional de Amorebieta-Etxano, que guía al alumnado en la toma de una serie de datos sobre los distintos aspectos que influyen en la calidad del suelo, siguiendo la metodología propuesta en el material didáctico, y coge una muestra del suelo para su análisis posterior. A lo largo de la visita, el agricultor aporta información sobre diferentes temas y plantea una serie de actividades que servirán para que el alumnado interprete lo que está viendo y comprenda la interrelación entre los distintos elementos que implica el cultivo ecológico.

Posteriormente, el grupo regresa a la sede de ENEEK-Ekolurra, que está equipada con audiovisuales y espacios interactivos que explican qué es la agricultura ecológica y cómo está relacionada con el cuidado de la tierra fértil. Allí se desarrolla también una sesión de laboratorio, en la que se completa el diagnóstico realizado en campo con el análisis de la muestra del suelo, por medio de experimentos prácticos y sencillos. Unas tablas de referencia permiten comparar los resultados obtenidos y determinar el estado de salud de las muestras recogidas en la explotación y en el huerto escolar. La jornada finaliza con la realización de un informe sobre la actividad realizada y sobre los resultados obtenidos, así como las conclusiones a las que hayan llegado.

Un programa consolidado

Lurzorua está dirigido al alumnado comprendido entre las edades de 10 a 14 años (esto es, 5º y 6º de Primaria, y 1º y 2º de ESO), particularmente a grupos que cuentan con huerta escolar en sus centros. El programa arrancó como una prueba piloto en 2017, dirigida inicialmente a los centros escolares de Amorebieta-Etxano, municipio en el que se ubica la sede de ENEEK-Ekolurra. Tras ese primer año de prueba, la oferta se extendió a todos los centros de la Comunidad Autónoma con el resultado de que, en sus 7 años de andadura, han participado más de 4000 alumnos y alumnas.

sustatu

Author sustatu

More posts by sustatu