Urduña, a la cabeza de la producción ecológica en Bizkaia con 246 hectáreas
El municipio se consolida como referente en soberanía alimentaria con proyectos como la cocina municipal y el centro de transformación cárnica Belardi promovidos por la Asociación de ganaderos y ganaderas Bedarbide.
Urduña lidera actualmente el modelo agroecológico en Bizkaia, con 246 hectáreas dedicadas a la producción ecológica, lo que representa un 16% de su superficie agraria útil. Esta cifra convierte al municipio en el primero del territorio histórico en superficie ecológica certificada y refleja un cambio profundo en su modelo de desarrollo local.
Este avance no ha sido fruto de la casualidad. Desde el año 2003, Urduña ha impulsado políticas concretas para fortalecer el sector primario, siempre con la agroecología y la soberanía alimentaria como ejes. Primero se elaboró un diagnóstico del sector agrario y un plan de dinamización. Luego, en 2006, nació el servicio de asesoramiento Ekoizpen Urduña, que ha acompañado a personas productoras de Orduña y la comarca de Aiaraldea en su transición ecológica. También surgió el Foro de Agroecología, espacio de formación y sensibilización sobre producción sostenible y consumo responsable.
A partir de 2009, el proyecto dio un salto cualitativo con la puesta en marcha de la cocina municipal que da servicio al comedor escolar y a la residencia de ancianos y que prioriza el uso de productos locales. Esta apuesta evidenció una necesidad clave: facilitar el acceso a la tierra para nuevos productores.
La consolidación del modelo agroecológico ha sido posible gracias a iniciativas estratégicas como la asociación de ganaderos Bedarbide y el Centro de Transformación Cárnica Belardi, que ofrece a ganaderos infraestructuras para transformar y comercializar directamente su carne. Ambos proyectos comparten un mismo objetivo: garantizar la viabilidad económica del sector primario, facilitar el relevo generacional y dignificar el trabajo en el campo.
El centro Belardi, en concreto, permite transformar los productos ganaderos en origen, evitando intermediarios y aumentando el valor añadido para quienes producen. Esta infraestructura ha sido clave para asegurar canales de venta sostenibles, mejorar la rentabilidad de las explotaciones y fortalecer la economía local.
El modelo de Urduña no solo ha generado resultados medibles, sino que ha despertado el interés de otros municipios vascos que buscan alternativas al modelo agroalimentario convencional. En un contexto global de crisis climática, pérdida de biodiversidad y dependencia de mercados externos, la experiencia de Urduña demuestra que otra forma de producir y alimentarse es posible.
La agroecología, tal y como se entiende en el municipio, va más allá de la eliminación de productos químicos: implica relocalizar los sistemas alimentarios, fomentar circuitos cortos de comercialización, recuperar conocimientos tradicionales, preservar la biodiversidad y fortalecer la autonomía del territorio.
Urduña ha construido un modelo basado en la colaboración entre instituciones, productores, asociaciones y ciudadanía. Aunque el camino no ha estado exento de obstáculos, el municipio ha demostrado que desde lo local se puede construir una alternativa alimentaria sostenible, justa y resiliente.